Estoy mirando el horizonte.
Sé el camino por el que quiero andar.
Siento mis pasos guiados por el azar.
La majestuosa soledad,
Iluminando a mi alrededor,
dejando atrás el viejo manto,
y sus pasados aprendizajes,
la promesa de las palabras,
y el abrazo carente de sentido….
Me recojo.
Acumulando las piezas que quedan enteras,
las que son obra de mi propio arte,
empiezo a moldear con mis manos,
lo que sucedió,
lo que es,
y lo que ha de venir.
Sacando mi espada,
mi auténtica fuerza desde siempre,
dirigiendome hacia la luz,
convirtiendo mis sueños en realidad.
Es mi forma de entender,
de recordar,
cada vez mas sorprendida,
de lo que fui, de lo que soy de verdad,
una fuerza interior,
hecha por energía de luz en expansión.
Solo necesito recordar,
una y otra vez
que soy eso,
la divinidad.
Danza con Amor 